Como fiera en la tormenta, salva mi goleta los últimos y peligrosos escollos de la bravía mar...y a salvo ya en tierra...
Vuestro velero como dulce corcel, ni el mar ni el viento podrá detener, ya que con destino firme y a salvo en tierra asentada y fiel, proseguirá libre con afán de recorrer...
David Vallverdú
Conchi Flores
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